Un día Sur se encontró con Norte, y mandaron a la mierda a los cartógrafos del rey del mundo, que se empeñaban en decir que no era posible.
(Cabe añadir que en realidad no hubiera sido posible sin la ayuda de Este y Oeste, que se intercambiaron lugares para despistar a los expertos) Pero eso, los cartógrafos incrédulos no lo supieron nunca.
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