24 octubre, 2004



a tiempo



Abrir la mente. Soñar despiertos, andar descalzos.



Abrir los ojos. Ver la miseria, ver a los muertos; la injusticia. Ver guerras, luchas y oposiciones. Opresiones. Y no querer ser parte de eso.

Ver muros, gritos, negaciones, odios, rencores. Comparaciones. Compras y ventas, llantos, caprichos, pena.



Abrir la boca. Decir tu nombre, tu nacimiento. Asimilarte, saberte viva. Aceptarlo.



Abrir las manos y volver a tomar el mundo, llorando, pero con los ojos abiertos.



Oir. Los gritos, los sermones, los consejos. Oir reproches, oir sarcasmos. Oir estupideces.



Tocar el suelo y el aire. Tocar la suciedad y la riqueza. Sentir el todo.



Abrir el corazón hasta que se llene de universo.



Saber sentarse a tiempo, retirarse a tiempo, volver a tiempo. Ver y hablar, escuchar a tiempo. Para no perderte. Para cumplir con vos.

Alguna vez elegiste: seguí. Adelante o adelante, no se permiten bajas.



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