06 noviembre, 2004

[No woman no cry]



Se me cayó el mundo encima. Plaf, todo. Se me cayó la paz relativa, la emocionalidad pausada, el silencio mental... Ahí estan el I Ching, el Livro do Desassossego, las fotos; me esperan desde lejos, como siempre.

Y mi guitarra apenas suena, ni siquiera gently weeps. Nada.

Se me cruzaron delante las "pasiones humanas", los conflictos, las decisiones, todo eso. Me saturé de mundo. Me saturé de gente de mierda y de gente buena triste, me cansé de estudiar, de preconceptos, de etiquetas y diplomacia, de decirles lo que sé que quieren escuchar (qué interesante lo que cuenta). De disculpe y de permiso mientras me pisan ellos. De nada. Pero no me cansé de dar gracias, ni de sonreirme, aunque sea con los ojos, aunque sea llorando.



La cuestión está en si me vuelvo mundo o no, si me camuflo para que no me distinga y deje de caerse en mi cabeza como de arriba de una estantería: uno tras otro los despertares y las convivencias, las extrañezas, los reencuentros. La supervivencia. Que dia de mierda. No me quiero volver ese tipo de mundo.

No quiero más que abrazar a tanta gente y decir todo va a salir bien, no pasa nada. Un abrazo tampoco me vendria mal hoy. No me quiero volver gris, ni triste sin conciencia de ser triste, ni muda voluntaria que deja que la vida se le llene de pelusas como un pullover viejo. No quiero eso, ni rendirme ante la evidencia de que siempre sea lo mismo, ni aceptar lo que se acepta en estos casos; "pero es lo que hay, al final no se puede cambiar el mundo". Mentira. El mundo lo cambiamos cada día nosotros, con nuestras acciones y nuestras no-acciones, con paz o con violencia, con verdades o mentiras (que no existen, de todas formas). El mundo somos nosotros.

No dejemos que se nos apague la luz, ni que nos muerdan las tristezas.



(everything's gonna be all right, yeah, everything's gonna be all right, so no woman no cry...)







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