26 noviembre, 2005

Ésta es la parte más importante de la camisa-. Pensaba la señora Amarípolis Isocartides mientras planchaba en una sala que daba a un jardín un día soleado de Agosto, en Atenas, Grecia, el Mundo.

Y depende, si me pongo saco, si quedan un par de arruguitas atrás no pasa nada porque no se ve, total ya hace frío...-. Se decía el señor Ocgosto en la otra punta del planeta.
Mientras, unas partículas que formaban el vapor salían por el hueco de la ventana cerrada en un octavo piso de un pequeño departamento en Buenos Aires, Argentina, el Mundo.

Y llovió en Jakarta.
Nunca se sabe.

[El cuento podría quedar ahí, pero él solito decidió seguir*.]

-Vos sabés lo que es viajar a Jakarta en verano?
-No...por eso voy. Vos, lo sabés?
-...tampoco. Me gustaría pero...
-Si, ya sé, te conozco.
-Pedimos la cuenta?
-Dale.


Posiblemente se preguntarán cuál es el hilo conductor de este relato (también, si esto es un relato). Algo, un factor común a los 3 fragmentos que acaban de leer. Pero no lo tiene.
El cuento se escribió solo, por eso no lo tiene: yo dejé que hiciera lo que le diera la gana, él
quiso escribirse así. Y a pesar de ser un cuento 'jovencitocontemporáneo' tiene un deje tradicional (según me transmitió, dedicado a los nostálgicos). Con todos ustedes la


Moraleja Multiopción:

  • la materia se transforma.
  • en todo el mundo se plancha.
  • en todos lados se cuecen habas.
  • todos los seres humanos estamos unidos por lo invisible (tan invisible, que ni aparece en los cuentos).

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