24 julio, 2010

sin filtro

Comi galletitas con 7 semillas y paté. Comí queso.
Tomé te con leche. Te sin leche. Te de menta peperina. Té de frutos rojos (me dio nauseas) . Comí 1/4 de helado. Tomé valeriana.
Me di un baño con aceite de arbol de té. Me vestí con ropa de algodón perfumada.
Me abrigué con mantas y un pullover de lana.
Todo eso atenúa.

Pero no hace que mi cabeza deje de quemar pistas a 1000rpm, que sienta una emoción atrás de la otra, que tenga el llanto atragantado y una puntada en el estomago, que mis talones, mi pecho, mi vientre y mi cuerpo entero se desinflen y dejen de gritar.

Maldita sea, el SPM existe.

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