08 noviembre, 2005

Preguntar para qué sirven las estrellas es como preguntar para qué sirve una flor, o el universo. ¿Qué harias si lo supieras?

-Las estrellas y las flores, sólo tienen sentido en su contexto; como nosotros. De todas formas, creo que no estoy de acuerdo con eso.- dijo ella.
-¿Y si te dan a elegir entre una mano llena y una mano vacía?
-Me quedo con el pie.
-¿Por qué siempre con lo otro?
-Si me quedo con lo que conozco, no puedo conocer nada. Prefiero dar hielo de colores, o burbujas vacías, en vez de regalar pesos valiosos para manos llenas que se creen vacías.
-No te entiendo.
-Si te regalo un pensamiento...
-Los pensamientos no se regalan- le recordó el.
-Shhh. Los pensamientos son mios. Hago lo que quiero con ellos. Decía, si te regalo un pensamiento...te asustás?
-No. Los pensamientos no pueden regalarse...
-Entonces no te asustás
-...como me voy a asustar de
-Entonces elijo uno especial para vos. Azul y rojo. Azul vida. Para que respires cielo y dejes las nubes en la ventana.
-Yo no quiero respirar cielos.
-Entonces no respires, porque no se si te diste cuenta, pero ahi estás suspirando un amanecer.
-No es verdad.
-Miralo.

En ese momento se corta el silencio que siempre existe en todas las charlas. Los niños que juegan a mayores miran el cielo. Es violeta, rosa, vivo. Y cuando se dan cuenta pasó la mañana. Tienen los pies mojados por el rocio.

-No me dijiste nada sobre esto - el niño señala una gota de agua condensada por la quietud.
-Sí te dije. Recién lo estabamos hablando. De todas formas, preferiste escuchar el dia.

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