22 marzo, 2010

Cotidiana

444 entradas, publicadas por última vez el 21-mar-2010
me gusta ese número.

Este post habla de estrafalariedades. Cosas 'no comunes' que en realidad forman parte de la vida cotidiana de cada uno. Todos tenemos las nuestras. No puedo imaginar a alguien que no tenga alguna pequeña conducta extraña e inofensiva escondida en algún lado.
Pues bien, he aqui una de las mias: la moda nocturna de los dias de semana. Si fuera diseñadora quizás seria aplaudida por mis combinaciones; la cuestion es que cuando estoy sola no me importa lo que lleve mientras no vaya en pelotas por la calle.

En la ultima "vueltita", la que se da despues del paseo de la noche y antes del primer paseo de la mañana, lo unico que cuenta es terminar pronto con el trámite.
De modo que salgo a la vereda con un espléndido pantalon de algodon beige dos talles grandes (no recuerdo el origen) y arriba, una musculosa de algodon vieja, sobre la cual reposa una holgada remera 3 cuartos, igual de rosa e igual de vieja. Y mis bailarinas-chatitas plateadas. El por qué resulta inconfesable.

Antes de salir descubro que refrescó. Me pongo la camperita fina roja. Decido que sigo teniendo frio. Me pongo la camperita violeta sobre la roja. Voy al baño, me miro en el espejo. Estoy bastante peinada. Total...son las 12 de la noche, no hay nadie. Vamos.

Y en ese momento en que la perra huele los árboles y decide con cuál se queda, es cuando entra en accion el segundo axioma sobre el paseo del perro: la vuelta que vayas hecha un desastre, te cruzás con todo el mundo. Y recién ahi decis: quizas me importa un poquito.










2 comentarios:

querés melón? dijo...

quiero cruzarte

Ute dijo...

n'est pas possible, melon.