21 agosto, 2010

Soñé con un viento muy fuerte. Era tan fuerte que la presión estaba a punto de reventarme los tímpanos cuando desperté. Salí a la terraza intentando alcanzar una ropa que se había volado.
Afuera era todo blanco. Las rachas me golpeaban cuando vi dos gaviotas acercarse. Buscaban refugio junto a la misma pared tras la que me protegía yo. De golpe el viento. Mucho, muchísimo mas fuerte. Las gaviotas salieron despedidas. Me pareció que había una persona cerca. También voló. Estaba en una especie de huracán blanco. No hacía frío. Solo viento blanco. Una potencia violenta, aterradora. La presión aumentaba y yo me mantenía pegada a la pared. Amainó ligeramente. Desperté.

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