24 agosto, 2004

¿...?

¿Y cuando el alma no puede más y se cansa?

El alma no se cansa.

Pero yo sí­.

Tu no eres sólo un alma.

Pero sólo soy.

Sí.

Entonces, ¿y si sólo me canso?

Duerme y sueña que vives, somos todos un reflejo.

Y entonces, ¿cómo?

Cierra un momento los ojos

hasta que la vida, en sueños, te despierte.

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