05 agosto, 2004

Para alguien que no estuvo


Una mujer tose en el vagón de enfrente, pasa un auto, yo me enamoro de vos, llegan las nubes de lluvia, huele a café, el semáforo se pone en rojo, cruza un ciego con su bastón al otro lado de la calle, suena la bocina del tren, pasa la gente, todo pasa. Menos yo, que sigo estando acá, que sigo disfrutando de la lluvia y gritando cuando quiero menos cuando el decoro y las exigencias sociales lo impiden, menos yo que sigo siendo una luz para mí­ misma, que sigo creciendo y fluyendo por segundos, cada instante y a través de todo, que al fin y al cabo es la nada. Menos yo que me emociono con las nubes, que me meto en el agua y canto, y chapoteo, y me sumerjo pero vuelvo a salir y piso la arena, y corro, y camino, y acaricio a los perros. Me importa un carajo lo que pienses, es así­. Vos no estás. Me recojo el pelo sólo como yo, junto flores de la calle, flores hermosas que nadie quiere, piedras que solo sirven para juntar. Soy yo que escribo en el tren, en cualquier parte, sin papel incluso pero sólo para mí­. Una vez escribí para vos, y no quisiste seguir leyendo. Ahora no me importa; ahora estoy acá, viva.


[...for the times they are a-changin'...]

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