01 septiembre, 2004

Un año en cinco minutos

Es Septiembre otra vez, y para mí ahora empieza y termina el año, siempre lo sentí así. En estos últimos 12 meses murió mi abuela, estuve en cama una semana con 39 de fiebre, mis amigos se fueron a estudiar fuera, me enamoré, me desenamoré gracias a dios(ahora puedo afirmarlo), lloré como nunca, escribí lo que nunca había escrito, me sentí muy sola, casi me muero de pena, conviví con mi abuelo, tuve frío en el alma durante 6 meses, me empecé a encoger, pedí y rechacé una beca, conseguí otra. Dejé de encoger (es algo extraño), me encontré con gente buena, descubrí los blogs, caminé mucho por la ciudad, no conseguí un empleo, estuve viviendo en mi mente durante un tiempo; después se me terminaron las pilas. Creo que haciendo balance se puede resumir en un año jodido y triste. Últimamente la creatividad no me caracteriza, no puedo escribir nada que no sea sentimental, así que prefiero abstenerme. Escribo esto mentalmente en la ducha, me paso el dia escribiendo mentalmente cosas que no sirven de nada, y le doy vueltas a todo. El domingo paseé abajo de la lluvia a las 9 de la noche, y no encontré a nadie en el centro que también sonriera. Volví a casa empapada y me resfrié con el aire acondicionado del metro, vi un documental sobre el SIDA que me dejó hecha mierda, y volví a comer chocolate, aunque lo había dejado. Hace 5 minutos me corté el pelo sola, delante del espejo, y no quedó tan mal, aunque parezco una salvaje de los 70. Y ahora que escribo esto y hace fresco de otoño, puedo estar segura de que crecí a pesar de las tristezas.

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