19 mayo, 2005

en blanco

estoy en el vagón de metro. ahora linea amarilla, sobre las 2 de la tarde. viaja poca gente.
hay una luz entre blanca y gris. schumschum schumschum. se mueve el tren y la nueva megafonía anuncia a demasiado volumen la parada siguiente.

en mis oídos suena Svefn g englar, esta vez, para variar, bien alto. y la imagen del vagón parece extraña, como de película...muda.


me quedo en blanco. no imagino historias sobre los viajeros, no observo sus zapatos ni sus caras. no miro las paredes ni leo. estoy en blanco sólo una milésima de segundo

y entonces veo algo que vuela a mi izquierda: enfrente de la primera puerta del vagón eleva vuelo una vaquita de san antonio tamaño gigante.




y se apoya en la pared de la fila donde estoy sentada.

me acomodo en el asiento y la miro un rato (mujer abajo del bicho, vista al frente, no se fijó) es una mariquita? si... a nadie le extraña mi cara (cuando me doy cuenta) de colgada. una mariquita en el metro. Svefn g englar. y nadie la mira. nadie la vio salir volando entre fluorescentes. pobre bicho...capaz que no vuelve a la superficie. a lo mejor que la vieran era lo único que tenia sentido en su vida subterranea, aunque no lo sepa.

eso pasa cuando se ven mariquitas en el metro vacio de dos de la tarde: nadie se fija

y a mi me deja en blanco con pintitas existenciales. pobre animalito*



* insecto no me gusta. animalito.

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